Han transcurrido 215 días en este año 2015 y, en España, siguen aumentando las víctimas por violencia machista, a diferencia de lo que ocurre en otros países de nuestro entorno donde comienzan a percibirse avances en esta materia.
Desde la Red de Equo Mujeres, queremos cuestionar la banalidad con la que el Gobierno percibe la esta lacra, ya que sólo contabilizan como tal las muertes de mujeres a manos de hombres con los que han mantenido una relación sentimental.
La Red de Equo Mujeres sostiene que, definitivamente, deben incluirse como casos de violencia machista los episodios múltiples de violencia en los que el hombre asesina a su (ex) pareja, pero también a los hijos y a las hijas habidos con ésta o la denominada violencia vicaria, referida a los supuestos en los que el hombre asesina a los niños y niñas con el propósito de dañar a la mujer. Este último tipo de violencia, que nos ha conmocionado este fin de semana, supone el asesinato de 44 menores a manos de sus padres, según datos del exdelegado del Gobierno para Violencia de Género Miguel Lorente.
Son 215 días y 56 mujeres muertas. Mujeres todas ellas que han sido asesinadas. Algunas a manos de un hombre, otras no han visto otra salida que quitarse la vida. Todas ellas víctimas de un modelo de sociedad que perpetúa la dominación sobre la mujer mientras la Administración no sólo no ofrece intervenciones paliativas si no que con su política de recortes empeora la situación de las mujeres sobre las que recaen los efectos más nocivos de la desprotección social. La OMS y los últimos informes de la ONU están ya alertando sobre esta situación en nuestro país.
Son las medidas de un Gobierno que provocan que muchas mujeres no den el paso a denunciar. No son ni una, ni dos las que tras una denuncian han visto que no trascendía la misma. ¿Casos puntuales? No, es culpa de un cultura heteropatriarcal arraigada. Por ello, toda la ciudadanía debe reconocer y sumarse a la lucha contra la violencia machista ante un Gobierno ausente en la participación real para combatir esta problemática.
Desde estas líneas queremos reivindicar que una vida libre de violencia es posible, y, para ello, recordamos que es responsabilidad de todas y todos intervenir, actuar y no tolerar ningún acto de violencia más, #NiUnaMás.