Unidas nuestras voces, unidas nuestras fuerzas, afrontaremos un 2018 lleno de retos Feministas

Cerramos  un año en el que de tanto guardar minutos de silencio casi nos quedamos mudas. Sin embargo, nuestros silencios se convirtieron en unánime grito, y  las mujeres del mundo nos unimos en una única voz, en una única causa, la causa de todas.

Este año que dejamos atrás, no ha sido un año cualquiera:

               Hemos salido a las calles en innumerables ocasiones, por nuestras hermanas asesinadas por violencia machista. Porque queremos una vida libre de violencias hacia las mujeres en todos los ámbitos. Unidas para acabar con la impunidad de los agresores, para visibilizarlos, a ellos y al sistema que se hace cómplice mirando para otro lado.

               Nos hemos sumado a las reivindicaciones para la defensa de nuestros derechos sociales y laborales.  Porque queremos acabar con  la brecha salarial; con la asignación impuesta de los cuidados.

               Hemos hecho visible que  el cambio climático, afecta en mayor medida a las mujeres. Los problemas ecológicos agravan la desigualdad de género. Sin embargo, las mujeres serán el motor de cambio, porque ellas son los agentes activos clave en la lucha contra el cambio climático. Aunque seguimos infrarrepresentadas en los espacios políticos de toma de decisiones.

               Hemos redescubierto a la primera mujer española periodista, Carmen de Burgos, “Colombine”, gracias a la Fundación que lleva su nombre y que con su labor no volverá a caer en el olvido.

               Hemos reivindicado el papel de las mujeres en la Historia, en la Ciencia, la Investigación, la Cultura,…la Política. Nos esforzamos cada día por visibilizar y exigir el reconocimiento  de las mujeres en todos los ámbitos porque estamos hartas de no ser nombradas, de que nos silencien y de ese modo se ignoren nuestros logros.

               Nos hemos plantado frente a la misoginia en los medios; frente al machismo en la publicidad, para que se dejen de perpetuar  roles de género estereotipados  y dejar  de ser presentadas como meros objetos o reclamos sexuales. 

               Frente a  aquellos  medios de comunicación que se sirven de   estrategias mediáticas que judicializan y culpabilizan a las mujeres que son víctimas de violencia.

               Y seguimos trabajando para conseguir que el Pacto de Estado sea un instrumento eficaz de avance hacia una sociedad más igualitaria y justa, para que se ejecuten los mecanismos necesarios que lo hagan efectivo  y que su aplicación repercuta en nuestra vida real.

               El nuevo año, se nos presenta  cargado de metas que seguiremos afrontando con ilusión y convencimiento. En especial, el próximo 8 de marzo, en el que nos sumaremos a la Huelga Feminista, porque la sociedad no  puede avanzar al margen de los derechos de la mitad de la población.

               Hemos estado en 2017 con nuestras Hermanas, y seguiremos el año que viene, tejiendo red, porque  tenemos claro que  sin las mujeres no hay progreso ni democracia, y porque de una vez por todas, exigimos ser tenidas en cuenta y participar de forma igualitaria en la vida política, económica y social, en condiciones de libertad y respeto. Para lograr acabar con el Patriarcado que nos ningunea, agrede, excluye,…y mata, tenemos que aunar, más que nunca,  nuestras voces, nuestras fuerzas y así es como afrontaremos un 

 2018 lleno de retos feministas.