Hoy, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, nos recuerda con mayor fuerza la gran desigualdad que se da en todos los ámbitos entre hombres y mujeres. Son muchos los estudios que reconocen que la pobreza tiene género y que es la mujer la que más sufre esta realidad. Si al género le sumamos otras circunstancias personales como puede ser la discapacidad o la falta de escolarización hace que esta sea aún más grave. Así, como supone otro factor de riesgo el encontrarse en el entorno rural. Si el 15 de octubre celebramos el día de la mujer rural, hoy recordamos que la crisis y los problemas ecológicos agravan la desigualdad.
Tal y como manifestamos con anterioridad, muchas comunidades locales pierden su modo de vida y subsistencia debido al deterioro del medio ambiente dejando a las mujeres en situaciones de pobreza extrema, viéndose así obligadas a migrar, sin la certeza de salir de esa situación y de los peligros que conlleva.
En el 6º informe “El estado de la pobreza” el indicador de pobreza y exclusión social en España 2009-2015 (AROPE) facilitado por la Red Europea de lucha contra la Pobreza y Exclusión (EAPN) alcanza al 28,6 % del total de la población. Es decir, 13.334.573 personas se encuentran en riesgo de pobreza y exclusión. No podemos olvidar que en el informe anterior, se explica que el aumento del número de trabajadoras pobres del 11,7% en 2013 al 14,2% en 2014, no evita la pobreza de la persona. La causa se encuentra en que muchos son trabajos parciales y precarios, puestos laborales que en mayor medida son cubiertos por mujeres y que conllevan en muchas ocasiones a que las mujeres dejen el trabajo en favor de maridos o parejas que suele estar mejor remunerados, volviendo a encargarse de las tareas de cuidados familiares.
Se estima que si se mantiene el ritmo actual se necesitarán más de 200 años para erradicar la pobreza. Desde la RED EQUO MUJERES somos conscientes de que existen mecanismos para reducir este plazo y por este motivo exigimos a las instancias públicas a que se impliquen y dediquen los recursos públicos para mejorar las condiciones de vida de su ciudadanía recortando sustancialmente esos plazos.
Sabemos cómo hacer un mundo más justo e igualitario, más pacífico y más libre. ¿Lo hacemos posible juntas?